Vivencias y reflexiones de un maestro en nuestra Andalucía contemporánea

lunes, 4 de julio de 2011

Versos versus administración

Era por septiembre

cuando pedí un certificado,

a la Delegación de Málaga,

que aún estoy esperando.

Mucho trabajo tendrán,

hablando sin parar,

que ni siquiera el teléfono

pueden descolgar

para llamarme y decirme

que ya lo enviarán.

El mayor desprecio...

no hacer aprecio.


Al jefe de gestión

de los recursos humanos,

que anda por Sevilla,

le mandé un recurso;

pero el señor Encina,

que así se llama el capullo,

o no se enteró, o más bien, seguro,

se pasó por sus partes

mi papel suplicante

y a la papelera lo tiró.

El mayor desprecio...

no hacer aprecio.


En vista que no,

por el Consejero me dio;

así que, después de eso,

otro recurso, más rococó,

le cursé al de la Chica,

que donde el otro,

también terminó:

en la papelera hecho trizas.

El mayor desprecio...

no hacer aprecio.


Ya no sé qué hacer,

si coger firmas

o echarme a beber...

pero, tranquilo, tranquilo,

la cabeza no he de perder;

estos hijos de puta,

que a los acampados readmiten

por hacer barbacoas y guateques

a las puertas de Torretriana,

más pronto que tarde

perderán su poltrona,

les queda lo que a dos peces de hielo

en un güisky on the rock,

y puede que mañana,

en su trabajo de siempre,

con un maestro se encuentren

que ni olvida ni perdona,

y, favor con favor se paga,

les hará preguntarse

porqué cuando mandaban

le dieron por el culo,

sin motivo ni razón;

y, por más que en los chinos busquen,

no encontrarán tapón

que tapar pueda su ojete

para librarse de tal empellón

que este rencoroso interino

les dará sin vaselina

hasta el fondo del to´.

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SECCIÓN OLVIDOS CON SENTIDO

¿Sabías que...

... la grúa de Antequera lleva un municipal incorporado de serie en el asiento del copiloto con una cámara digital pegada a las manos y se pasa el día haciendo fotos de los coches mal estacionados, muchas veces con los ocupantes dentro, sin discriminar entre si es que están bajando a una señora mayor, descargando unos bidones de pintura de 25 kilos o, simplemente, has aparcado allí porque te ha salido de los huevos?

Eso sí... la multa la va a pagar su puta madre.

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SECCIÓN UN PAÍS DE CHISTE

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