Vivencias y reflexiones de un maestro en nuestra Andalucía contemporánea

sábado, 2 de julio de 2011

Prohibido comer chicle

Una de las prohibiciones sin sentido que hay en los colegios e institutos es la de comer chicle.


"No se puede comer chicle en clase" (e incluso en los recreos).


Yo siempre he dejado en mi clase que lo comieran, con algunas restricciones:

  • no hacer pompas,

  • no masticarlo exageradamente

  • no tirarlo al suelo

  • no pegarlo en ningún sitio

  • los papeles a la papelera


Es cierto que seguramente algunos infringirían estas normas, pero yo nunca los he visto; todo lo más alguno explotando pompas, y se quedaba una semana sin poder comerlo.


Y les he permitido comer chicle principalmente por estas razones:

  • el masticar chicle parece que relaja

  • los deje o no, si quieren comerlo lo van a hacer

  • si quieren pegarlo bajo una mesa, lo van a hacer

  • el olor en la clase es mejor

  • ... y, además, yo también como chicle


Me parece injusto que se prohiba el chicle cuando, por ejemplo, el curso pasado, en el servicio de profesores y profesoras (aquello era unisex) me encontraba diariamente mocos pegados en los azulejos, compresas en el suelo y papeles higiénicos usados sobre los lavabos.

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