CARTA ABIERTA A MIS PAISANOS PARLAMENTARIOS (Rosa Torres, Lola Quintana y Paulino Plata)
Mi muy poco estimados paisanos:
Seguro que no me conocéis; yo a vosotros sí.
Soy aquél que os escribió un correo a vuestras direcciones del Parlamento. ¿Recordáis? Sí, aquél maestro que os pedía apoyo porque había sido defenestrado de su trabajo como interino. Aquél cuyo único delito había sido renunciar, como otras veces había hecho para cuidar de su madre, al destino adjudicado a 300 km de su casa; aquél que se confundió de plazo y renunció fuera de él para cuidar de su hermano minusválido y enfermo; aquél que antepone la familia a su mal llamada “realización personal”; aquél que no entiende que se readmitieran a decenas de compañeros interinos que ni habían presentado la documentación imprescindible para seguir en las bolsas y a él no; aquél que confiaba en que vosotros le echaríais una mano por entenderlo de justicia; aquél que sólo pedía una muestra de comprensión por vuestra parte como la había recibido de otros (periodistas, blogueros, asociaciones, abogados, familiares, amigos...).
Ni siquiera unos golpes de tecla en el ordenador; nada.Vosotros vivís en vuestro mundo, ajenos a los sufrimientos de los que os han puesto donde estáis. No escamoteáis palabras y más palabras para amansar a vuestros votantes para poder seguir viviendo a costa de todos nosotros. Decidme: ¿qué habéis hecho en toda vuestra vida que os pueda ser agradecido por los demás...? No lo penséis; yo os lo digo: nada. Da igual lo que vosotros creáis, incluso lo que os creáis, y hasta lo que queráis hacer creer a los demás... Os lo repito, nada.
Qué pena dais, políticos. Qué pobres sois: sólo tenéis poder, dinero y culos que chupar.
Vosotros pasaréis. De vosotros sólo quedará una reseña en la wikipedia; os sentiréis satisfechos. Yo no apareceré siquiera. Es cierto; ni falta que me hace. Pero quien os conoció, os olvidará. A mí no.
Por último, sólo recordaos que cuando habléis a la gente, no penséis que son tontos, que no lo son. Si a alguien convencéis, una de dos: o es inocente o quizá os deba un favor.
Fdo.: Amador Ruiz Muñoz, ex interino; pero aún maestro.
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