Vivencias y reflexiones de un maestro en nuestra Andalucía contemporánea

lunes, 2 de julio de 2012

Rajoy, rescátame


Sr. Rajoy:

Soy español, como tú; y los españoles te hemos puesto ahí para que nos defiendas a todos. Yo soy uno de esos todos.

Por ello te pido que me hagas el favor de enviar urgentemente una carta a la Unión Europea, al FMI, al BCE... o a quien cojones corresponda, solicitando un rescate para mi unidad familiar.

Aunque me prestaré dócilmente a que me hagas un estudio por auditores externos que tengas a bien contratar, te anticiparé que mi unidad familiar la integra:

-mi mujer, la única que aporta riqueza a la familia; pero crujida a impuestos por estar sujeta a una nómina como funcionaria.
-mi hermano, que, enfermo crónico, es gratificado con una mísera pensión de 350 y algo euros mensuales (y pretenden que con eso coma, se vista, se pele, pague la luz, el agua, el butano, el teléfono, la comunidad, la contribución, el seguro del piso, el podólogo, el betadine... ).
-mi hija, titulada de ciclo medio, en paro, empeñada en sacarse el carnet de conducir no sé para qué... si nunca se va a poder comprar un coche....
-mi nieto, con 12 meses, cuyos biberones, más que bebérselos, los engulle.
-mi yerno, que después de estar más de un año explotado con contrato de media jornada, pero trabajando 10 horas de lunes a domingo, a 5 euros la hora, lo han despedido por encontrarse enfermo y faltar un día al trabajo; a ver lo que le queda de desempleo.
-mi hijo de 14 años, al que es preferible comprarle un chándal oficial del At de Madrid que invitarlo a merendar
-y yo, maestro en paro gracias a un despreciable político y a los farsosindicatos, con más de un año sin cobrar un duro, que ya he hecho mis recortes: he pasado del Chester al Denim –no es malo el Denim, macho-.

Nunca hemos vivido por encima de nuestras posibilidades; la penosa situación que padecemos se debe a la pésima gestión de nuestros dirigentes; y sí, sé que hay quien lo está pasando peor; pero también sé que hay quien lo está pasando mucho mejor (esa excusa no me vale).

Nuestra deuda asciende a unos 150.000 euros; y comprende la hipoteca del piso de mi hija, lo que queda por pagar del coche que necesita mi mujer para ir a trabajar y parte de un crédito que sacamos hace 3 años para unos muebles.

Este año no vamos de vacaciones, no salimos a bares, no gastamos porque no tenemos... pero colaboramos con la sociedad pagando impuestos por todo: IBI, IVA, IVTM, IRPF, ILT, IA y su puta madre. A cambio, recibimos unos servicios deplorables en sanidad, enseñanza, carreteras... y hasta las televisiones públicas son una mierda.

Nuestra prima de riesgo se está disparando y el déficit se nos hace inasumible... es por eso que, repito, espero defiendas en los entes supranacionales la concesión de ese rescate, que se puede determinar en unos 100.000 euros, inyectándonos liquidez a nuestras cuentas y que devolveremos a un interés reducido que acordaremos, en 100 años.

A cambio, sabemos que debemos comprometernos a pagar todas nuestras deudas; vivir con austeridad en nuestros pisos-ermita sin aire acondicionado; darnos de baja en Endesa y alumbrarnos con velas; rescindir los contratos del butano y cocinar al sol; cancelar el suministro de agua y llenar garrafas en la fuente del paseo... Con ello, sanearemos nuestra economía gastando sólo en artículos de primera necesidad: leche para el niño y poco más (eso sí, para la final de la Eurocopa, compraré una botellita de Sheriton a 3´99 y unas cocacolas light sin cafeína marca la bellota de 50 céntimos para celebrarlo en familia –sin hielo, que es malo para la garganta y ahora no te recetan ni los gelocatiles-).

Gracias, Rajoy. Si lo haces por los bancos, lo harás por nosotros.

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